Siento
mucho la espera queridos lectores,
Pero al
fin aquí tenéis el tercer capítulo (un poco corto por desgracia).
Os informo
de que voy a dividir la obra en varias temporadas. La primera consta de doce
capítulos.
Capítulo 3.
[Daniel]
Recapitulemos.
Antes de encontrarme la
escena que tengo delante de mis ojos:
Gabrielle y yo nos
habíamos caído desde el tercer piso de una fábrica que se iba derrumbando a
cada segundo que pasaba, sí. Bueno, "caer" quizá no es la mejor
palabra. Más bien la cogí y me tiré con ella, pero bueno, no estoy en mi mejor condición
para ponerme quisquilloso.
Así que nos habíamos
caído desde arriba y... henos aquí.
Gabrielle se había
agarrado con toda su fuerza a mi espalda, clavando sus uñas en mi cuello y a su
vez dejándome marcas en la piel; las cuáles aún perduran en mi nuca y
espalda. Por si eso fuera poco, comenzó a gritarme en el oído (algo
supongo que normal, pero... ¡ouch!)
La caída no fue nada
agradable. Por suerte los chicos nos atraparon poco antes de impactar contra el
suelo, impidiendo nuestra muerte segura. Todo parece muy irreal, y si hubiese
sido otra persona no me habría creído que cinco jóvenes pudiesen parar la caída
de dos personas que caían desde un tercer piso, pero esa no es la situación. La
cuestión es que habíamos sobrevivido.
Sin más, habíamos caído rodando a los pies de los chicos entre
gemidos. Joder, la espalda me está matando.
Después de esto, nos
vimos obligados a correr.
Improvisamos de nuevo
sobre la marcha, no era muy difícil hacerse pasar por peregrinos que viajan por
el mundo, hospedándonos en pensiones y sacando alunas monedas de trabajos
honrados que conseguíamos en los hostales en los que
nos alojábamos.
Tres semanas después del
incidente.
De vuelta al presente:
Tras la discusión en el salón, Christian y yo nos acercamos a la
habitación de Drew para hablar con él y llegar a una especie de acuerdo con el
cual estuviésemos todos de acuerdo. Debemos meditar las cosas antes de hacerlas.
Aunque, al parecer, hay alguien al que no le gusta la meditación.
La cara de Drew pasa por tres emociones a la vez: sorpresa, a
continuación alivio y por ultimo frustración.
-Sabía que había visto a Montreal por los pasillos. Lo que no me
esperaba era encontrármela contigo en una situación tan comprometida- esbozo
una sonrisa irónica a la vez que amarga- Si interrumpimos os dejamos un
tiempo a solas.
-Daniel, cállate - me interrumpe Drew alejándose de Gabrielle.
Ella hace lo mismo; colocando las manos en el respaldo de la silla.- Gracias por
el corte de pelo.
- ¿No querrás decir servicio?
Por sus expresiones faciales me doy cuenta de que lo he dicho en
voz alta. Mierda.
- Daniel, te has pasado, pide perdón - Dice de forma infantil
Christian apoyándose en el marco de la puerta. -Gabby no te sientas ofendida,
Danny lleva así desde que se ha duchado. Se debe haber quedado sin agua
caliente.
-Ya, los celos son muy malos - suelta ella con una sonrisa
sarcástica. Bufo como respuesta pero esto no parece echarla atrás - Niégalo si
te ves capaz.
-Esa palabra no existe en mi vocabulario
Ella se ríe, y el silencio se hace. Gabrielle me mira con una
sonrisa curiosa, traviesa, y desafiante.
-Me gustan las peleas amorosas tanto como a cualquiera, pero
tenemos que hablar.
Ella sonríe, y se separa de la silla. Tiene los nudillos blancos;
lo apunto mentalmente.
Al salir de la habitación, a pesar de que Chris se aparta para
dejarle paso, Gabrielle pega su cuerpo contra el mío mirándome a los ojos desafiándome con la mirada.
"Ella no me
gusta" me aclaro mentalmente. Me atrae mucho su pequeño cuerpo y su gran
ingenio, pero nada más. Seguramente acabaría aburrido de ella a los tres días
si llegara a pasar algo.
-No me pidas explicaciones - le aviso a Christian- Deberíamos
hablar de esto, es importante.
Saco una carta doblada de mi bolsillo.
Pese a que ese entonces no supiese lo que nos deparaba el futuro,
esa carta iba a ser el inicio de algo grande.
Aquí os dejo el capítulo
4.
Siento la tardanza.
Espero que os guste, no
os olvidéis de dejar vuestros comentarios ;)